La tecnología wearable está llegando al mercado en forma de relojes, pulseras y tejido que permite un mayor control de nuestras variables. Van a permitir medir nuestras constantes y obtener un mayor seguimiento por nuestra parte y por la del profesional al que consultemos, ya sea médico, entrenador personal entre otras opciones.
Voy a llevar esta tecnología al sector de datos y privacidad. Un Smartwatch lleva mucha información nuestra en cuanto a datos. Uno de los retos que se plantean en este campo es la educación en cuanto a estos para que los datos que obtengamos sean eficientes y los podamos utilizar en nuestro beneficio.
Queda claro y lo he dicho en varios artículos que no somos especialistas en muchas materias. Por eso es importante que para la recogida y valoración de datos haya un parámetro especializado bajo el que nos podamos mover y nos ayude en nuestro reto.
Otra particularidad que se dará en poco tiempo es la cesión de datos de usuario a profesional. La tecnología wearable va a permitir obtener datos personales de una forma muy sencilla ya que permite un seguimiento, pero, la obtención de datos sensibles necesitarán de una autorización previa por parte del usuario. Teniendo en cuenta que quizás no todos los datos sean necesarios y sí lo más relevante.
Por tanto, el desarrollo de este tipo de tecnología en diversos sectores, permitirá la creación y consolidación de distintos sectores profesionales dedicados a los datos (filtraje, análisis, seguimiento...) de cara a conseguir la eficiencia tanto para el profesional como para el usuario.
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